miércoles, 15 de marzo de 2017

PSICOTERAPIA FAMILIAR: UN ENCUENTRO HACIA LA LIBERTAD

PSICOTERAPIA FAMILIAR: UN ENCUENTRO HACIA LA LIBERTAD
POR: PAMELA FERREIRA VACA GUZMÁN
PSICÓLOGA /PSICOTERAPEUTA
“Un psicólogo no le dirá lo que tiene que hacer con su vida, le hará analizar las variables, diferentes perspectivas, posibilidades, le hablará desde la ciencia sobre su motivo de consulta, le planteará estrategias creativas. Pero al final usted decide que quiere hacer con su vida”
Anónimo
A lo largo de los años la psicoterapia ha ido evolucionando, en un principio el trabajo se centraba más en la persona, sin embargo en el transcurso del tiempo surge la terapia familiar, donde uno de los pioneros para el trabajo terapéutico es Carl Whitaker quién señala que cada individuo que forma parte del sistema familiar es importante para el proceso terapéutico, por ello el objetivo de la terapia familiar es un crecimiento personal mediante el cual se debe debilitar al síntoma para dar impulso y empujar a la familia a sanar.
Whitaker señala que cada uno de los miembros de la familia son capaces de jugar y crear, por ello el terapeuta debe desarrollar habilidades como ser la espontaneidad, ser convincente y auténtico y debe propiciar en la familia estos aspectos para que cada miembro pueda ser él mismo para promover la expresión de sentimientos y emociones.
Es por esta razón que para el autor es importante que todos los miembros de la familia participen en el proceso terapéutico, esto quiere decir que se debe incluir a la 1ra, 2da y en lo posible hasta la 3ra generación, ya que mientras más amplia sea la familia, más enriquecedora es la información respecto a las características de la familia y el síntoma con el cual llegan a la consulta.
Una vez que la familia asiste a consulta el terapeuta debe adentrarse en el mundo del otro, debe centrarse en aspectos positivos de la familia, los recursos con los que cuenta, debe optimizar sus recursos para conocer a cada miembro de la familia pero no desde una mirada de experto, sino al contrario siendo más auténtico y humano, es decir siendo el mismo, con todos los recursos personales que el posee.
El objetivo de que el terapeuta actué siendo auténtico, contribuye a que cada miembro se sienta libre de ser él mismo, sienta la libertad de sentirse enojado, triste, feliz sin que se sienta cohibido de expresar sus emociones y es ahí donde se crea un ambiente de libertad y seguridad, donde paciente y terapeuta se vuelven co creadores de una nueva dinámica de interacción, donde el objetivo principal es movilizar a la familia para que realicen acciones diferentes y nuevas a las que cotidianamente desarrollaban, bajo esta dinámica es cuando surge el verdadero encuentro terapéutico.
Whitaker cree que la gente ha olvidado cómo entender y expresar sus sentimientos y permanece en un estado “congelado”. El principio del trabajo terapéutico es la “descongelación” y esto se convirtió en una de las reglas del trabajo con la familia.  
Adentrándonos en el desarrollo de la teoría que plantea dicho autor, primero debemos señalar que como terapeutas debemos tener claro que el matrimonio está compuesto por dos personas que provienen de diferentes familias, cada familia cuenta con componentes culturales, sociales, ideológicos diferentes. Por ello señala que cuando recibimos a una familia debemos identificar qué tipo de matrimonio es y en qué etapa se encuentra.
Una vez recibida a la familia e identificados los aspectos señalados anteriormente, tenemos un largo camino que recorrer para conectar ambos mundos llamados familias el de la esposa y el esposo para entablar una comunidad donde se respete la individualidad, se debe desarrollar la unidad y la integridad social y psicológica y se debe propiciar la tolerancia a las diferencias.
El enfoque de Whitaker se centra principalmente en los mitos familiares y las normas relativas a la expresión de los sentimientos. Por ello el involucrar a todos los miembros de la familia hasta en tres generaciones es importante para que ellos se conviertan en aliados en vez de un obstáculo para el proceso terapéutico, así mismo el incluir a los niños en el trabajo terapéutico contribuye a que ellos les enseñan a sus padres sobre la honestidad y espontaneidad, ya que aunque ellos no están sumergidos en el problema con las características de autenticidad que poseen también son facilitadores en el trabajo del terapeuta.


Whitaker introdujo la idea de la “Batalla de la estructura” y “Batalla por la iniciativa”. El primer concepto hace referencia al análisis de la estructura familiar en ella están inmersas los mitos, creencias, alianzas, recursos con los que cuenta la familia y que el terapeuta debe identificar y promover los recursos positivos para movilizar y generar un cambio en la dinámica, esto lo realiza desde una posición externa pero facilitadora para promover el cambio. El segundo componente que es la Batalla por la iniciativa hace referencia a que el terapeuta debe generar un espacio de presión y persuasión el cual carece de directrices claras y obliga a la familia a generar sus propios recursos de afrontamiento y tomar el asunto en sus propias manos.
Dada la situación señalada por Whitaker donde, en el encuentro terapéutico están inmersas las emociones y recursos personales de la familia y el terapeuta, él señala que es importante contar con un coterapeuta quien podrá identificar las reacciones contratransferenciales que el terapeuta pueda tener y ayudarlo a salir de las trampas emocionales en las que pueda estar inmerso, además este trabajo en equipo permite interactuar selectivamente con los diferentes miembros de la familia y los diferentes subsistemas.
Dentro de las características de la psicoterapia familiar, el autor identifica tres etapas primordiales en el proceso, las cuales son:
1. Etapa temprana o inicial: Cuando el terapeuta familiar determina su posición y quién es responsable de qué en el sistema terapéutico, el terapeuta toma las riendas de cómo se va a llevar a cabo el proceso terapéutico, quienes vendrán a la sesión, en que momento, cuándo, dónde, por cuanto tiempo, el terapeuta debe asumir una posición de poder y dominio al interior de la familia, en esta etapa se ve claramente como bien señala el autor la batalla por la estructura.
2. El centro del escenario: Cuando la familia está trabajando para cambiar su sistema, en esta etapa el tratamiento se centra en que la familia identifique sus propios recursos y deben tomar el control de la situación y de sus propias vidas, la iniciativa debe venir de ellos, el terapeuta debe propiciar la expresión de sentimientos, propiciar la toma de decisiones, ésta etapa es también llamada la batalla por la iniciativa.
3. El terapeuta y la familia divididos: Cuando el terapeuta devuelve las riendas a la familia. En esta etapa es cuando se forma el acuerdo entre el terapeuta y la familia y es aquí donde surge la alianza terapéutica la cual Whitaker la describe de la siguiente forma “Estoy tratando aquí con la familia como un todo que es mayor que la suma de sus partes. Yo soy capaz de considerar siempre a la familia como un solo cuerpo de múltiples facetas, todas las partes que están relacionadas entre sí, y que este hecho permite una alianza con ellos. Aunque para el observador externo puede ser lejos de ser evidente, mi experiencia dice que la familia siente que están interesados en mí como un todo”.
Si partimos de esta premisa ahí surge el verdadero encuentro terapéutico donde en la relación terapeuta – familia, se convierte en un encuentro terapéutico liberador ya que es personal y auténtico, el terapeuta se encuentra en la libertad de confrontar a los miembros de la familia y posibilita a los miembros a actuar de forma libre y creativa.
Sin embargo en este encuentro terapéutico puede surgir el impase donde la familia llega a un estancamiento, en esta etapa el terapeuta debe recurrir a sus recursos creativos como invitar a más miembros de la familia o a un tercero, con el objetivo de movilizar y propiciar el cambio en la familia.
Una vez que se logra movilizar a la familia se puede lograr que la misma comience a trabajar con sus problemas, ahí él o los terapeutas actúan como padres de familia que enseñan a sus hijos a ser más independientes, propician la toma de decisiones, brindan apoyo y seguridad para que la familia afronte nuevos retos, por ello el terapeuta en la etapa inicial debe insertarse en el sistema de forma natural, siendo el mismo, siendo una persona que tiene virtudes y defectos, por ello se debe mostrar tal cual es.
Si en el proceso terapéutico, el terapeuta identifica un estancamiento, o un sentido de daño a la familia, debe tomar la iniciativa en sus propias manos y puede continuar la terapia con los subsistemas de forma individual o propiciar el corte y derivación, o puede solicitar el apoyo de un coterapeuta.
Cabe señalar que la psicoterapia de Carl Whitaker es inseparable de la implicación emocional y personal en el proceso terapéutico, el terapeuta ante todo es una persona que trae consigo sus sentimientos, pensamientos, miedos y estos aspectos pueden favorecer o entorpecer la terapia, por ello el coterapeuta es necesario en este proceso ya que contribuye a sacar del abismo en el cual se puede sumergir el terapeuta si cae en una relación contratransferencial.
En todas las etapas mencionadas se utilizan diferentes técnicas las cuales contribuyen a la interrupción de la dinámica familiar, entre las cuales se puede mencionar según el autor la nueva definición del síntoma, ofrecer alternativas fantásticas y confrontación afectiva.
La nueva definición del síntoma, hace referencia a desenmascarar el síntoma para cambiar la actitud de la familia hacia el problema.
En mi experiencia como terapeuta infantil, pude observar que los niños traviesos, malcriados y desobedientes actúan de esta manera porque en realidad no son capaces de expresar claramente las necesidades afectivas que poseen, es decir tratan de llamar la atención de sus padres portándose mal, siendo agresivos porque les es difícil decir “Papá o mamá ¿Por qué no me prestas atención? ¿Qué acaso no me quieres?”, el síntoma surge como una necesidad de auxilio que pide socorro, el terapeuta debe redefinir esto y utilizar los recursos positivos de la familia para minimizar y desarmar al síntoma.
Para ello puede utilizar alternativas fantásticas, utilizando preguntas como por ejemplo: ¿Qué pasaría si?..., es brindarle a la familia opciones que no habían pensado aún, utilizar recursos creativos, absurdos, para movilizar a la familia y llevarla a la acción para que no se comporten de forma habitual.
Whitaker también habla sobre la confrontación afectiva, donde el terapeuta entra en confrontación con los miembros de la familia, propicia la comunicación entre ellos, facilita la expresión de sentimientos y los insta a comportarse de forma más activa, propicia la expresión de ira, aburrimiento, tristeza, disconformidad lo cual genera un fuerte efecto en la familia, la revoluciona al punto de generar una reorganización y es ahí donde se produce un salto emocional de libertad, donde la familia expresa sus sentimientos de amor, apoyo, se enseña a la familia a utilizar el contacto físico, se desarrolla una comunicación abierta donde existe la libertad de usar malas palabras, dejar de lado convencionalismos y estereotipos.
Y es ahí donde surge el enfoque experiencial donde Whitaker señala que el absurdo y la espontaneidad son las principales características de su técnica, las cuales son efectivas en el proceso terapéutico ya que en ella se desarrolla el crecimiento personal, la formación de la individualidad y la autonomía.
Tomando en cuenta el trabajo realizado por Carl Whitaker es importante destacar que el ve al terapeuta como un agente creativo, capaz de desarrollar el crecimiento de cada uno de los miembros de la familia a través de la apertura a nuevas experiencias que contribuyen a debilitar al síntoma.
En su libro Danzar con la Familia Whitaker, hace referencia a que la terapia es un arte, ya que obliga al terapeuta a desprenderse de la teoría y ser el mismo para poder comprender y sumergirse en el mundo de cada uno de los miembros de la familia, el terapeuta tiene que tener la capacidad de conocer a profundidad a cada uno de los miembros que componen el sistema, compartir sus experiencias, vivencias, miedos. El terapeuta debe explorar ambos mundos el del esposo y su familia de origen, el de la esposa y su familia de origen e identificar todos los aspectos convergentes y divergentes para desarrollar y potencializar un punto de encuentro entre ambos mundos donde surja la comprensión el amor, la comunicación, la expresión de sentimientos, la aceptación de las diferencias y desarrollar la autonomía.
Además en su libro el Crisol de la familia señala la importancia que la autonomía,  la liberación, el crecimiento y atrevimiento personal permite a cada uno de los miembros de la familia a mirar su propia imagen interna. Según Whitaker “La libertad de elección es el derecho del individuo a ser él mismo”, éste aspecto marca la línea de trabajo terapéutico donde se manifiesta plenamente el concepto de libertad ya que en el encuentro terapéutico se trabaja en la aceptación de cada persona que compone la familia con sus defectos y virtudes, pero también la aceptación del terapeuta como persona, la cual también viene con defectos y virtudes, ambos (paciente – terapeuta) actúan y co crean una nueva forma de relacionarse  y actuar, en total libertad, logrando así un encuentro liberador, espontaneo y auténtico, asimismo señala la importancia de la expresión de emociones y sentimientos para crear redes significativas al interior de la familia.
En lo que respecta a la labor del terapeuta es importante destacar que, al ser un agente activo debe escuchar, recibir y analizar el sufrimiento, debe ser y estar en el encuentro terapéutico, debe exigir y exigirse, debe acompañar y compartir el crecimiento de la familia para dar un aire fresco a la habitación en penumbra que temporalmente comparte el terapeuta y la familia.

Referencias:
1. Whitaker C., Bailando con la familia: La terapia familiar: un enfoque simbólico basado en la experiencia personal/Traducido. de Inglés. Arizona Shapiro.- M:. Una firma independiente Clase (Biblioteca de psicología y psicoterapia) - p. 119
2. Whitaker C. Midnight Musing of a family therapist.  Reflexiones familia/Trans. de Inglés. Michigan Zavalova.- M:. Una empresa de clase independiente (Biblioteca de la psicología y la psicoterapia).- 1998. - 208 p.
3. Eydemiller EG, Yustitskis B. Psicología y Psicoterapia de la familia.- 3ª ed.- SPb: Pedro, 2002. - 656 con: il.- Serie" Fondo de oro de la psicoterapia»















                                                                                                                                                                                                                                                              

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